En este barullo de sensaciones y acumulación de vivencias, quiero hablar del día de ayer. Fue para mí muy especial, uno de esos días que podrías tener en la reserva de los mejores de tu vida. Me levanté tempranito, a eso de las 6:15 para recibir la mañana de Ticuantepe en soledad... Después de unos ejercicios de yoga mirando al sol, con el ruido matutino de los ruidosos pájaros y la compañía de uno en especial, de lomo amarillo, lo siguiente fue vestirme e ir a desayunar... Uhnnmmmmm desayunar! ¡adoro comer! y más comer fuera de mi casa (pero a esto convendría tal vez dedicar un apartado extra...) El caso es que en nuestro "Picaditas" el restaurante- terraza donde nos desplazamos a desayunar, comer y cenar todos los días, nos sirvieron ¡pankekesss con salsita de chocolate con almendrassssssssssss! con nuestro jugo habitual y ¡fruta! Hasta recordarlo es un auténtico placer... Pero "no me voy a detener más!" En 10-15 minutos nos encontrábamos ya en la falda del volcán Masaya, vimos el centro de interpretación ysalimos de camino a la boca del volcán. A nuestro alrededor, no había tierra, todo era piedra basáltica negra, y vegetación... La ruta a pie terminó pronto porque unos grititos me hicieron volverme y encontrar a mis co-brigadistas subidas en la vaca del autobús de Orlando (nuestro conductor -de sueños-) No me pude resistir y el resto de la subida fue emocionadas, gritando como tontinas, sintiendo el sol y el viento y los bultos del camino... A la llegada el olor a azufre se hizo notar, la boca del volcán parecía estar fumando un Churchil interminable. Las vistas eran impresionantes. Para estar mirando todo el día. Pero quedaban las cuevas, uno de los jóvenes guías me obsequió con una entrevista sobre creencias y mitos nicaragüenses de excepción, una gozada de informante. Al terminar la visita fuimos a comer a Masaya, y tras descansar bebiendo unos refrequitos, unos chicos de la calle, de un proyecto cultural hicieron en el restaurante una exhibición de malabares y acrobacias para los poquitos que estábamos, otro lujo de los que nos hacen saborear cada momento. Pero aún quedaba el resto de la tarde (y por supuesto la comida, nuggets de pollo, camarones, papas, arroz y tostones sobre una gran mesa de madera compartida por todos con vistas a un gran lago...) Lo siguiente fue visitar el mercado de Masaya, donde pude aprovechar la media horita para conversar con unos vendedores también sobre las creencias, mitos y leyendas de Nicaragua. No olvidaré sus sonrisas y risas de complicidad. Pero esto continuó, y rematando el día nos dirigimos a Catarina uno de los pueblos brujos, donde se vende bastante artesanía y encontramos el mirador de Apoyo. Pude preguntar a varios tenderos por lo mismo, contándome sus confidencias con gran generosidad. Y terminaba la tarde cuando me incorporé a un juego improvisado entre tres co-brigadistas y 4 niños del pueblo. Jugamos a piedra-papel o tijera apostando chicles!! Les dimos una auténtica paliza, pasamos un rato muy divertido. Y para culminar la tarde-noche un chico nos dio un paseo en una moto- taxi, íbamos 6, no había puertas delanteras, se me hizo tan corto...
A la llegada al centro la noche nos recibió con una lluvia, lo más propicio para soñar con el día posterior...
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2 comentarios:
Silvia! soy mamen!...me recibes??? ;)...
hoy es el gran día !hoy 10 de marzo visita a las empresas de la zona franca-las maquilas! y todas esas mujeres q se arrastran hasta allí para más q sobrevivir...subsistir...para no dejar de existir, aunq es lo +parecido!
en fín...ya tu sabes! si al final pudo ser... por favor...a kontarlo todo-todo-todo...kon pelos y señales xq nosotros no tuvimos tanta suerte...ok!!!
por lo demás...
más...intoxicarse kon el azufre del volcán Masaya...vale la pena arriesgarse!y si hay q okupar...okupemos el infierno!!!uuueeee...
estar sentados frente a la laguna de Apoyo mientras una marimba suena...un lujazo!
mirar a través de unos ojos nicas un privilegio q no debes arruinar con prejuicios, superioridad o palique basura...tan sólo mira, siente, escucha y guardalo como documento único al que puedas acudir cuando a tu vuelta la frivolidad de vivir al otro lado te reciba...
poder saborear esos platos nicaragüenses...todo un placer para los sentidos!creeme yo disfruté como una cerda cada vez que podía, en cada ocasión...!...me recuerdo peregrinando de plato en plato de los kompañeros...y no sólo xq allí digan q es pecado botar la comida sino xq me daba un coraje ver esos platos intactos-repletos...en fin, no te prives y pruebalo todo-todo-todo!!! ;)
sentir la lluvia mezclándose con el sudor-un sudor q allí nos huele distinto!-es otro lujo q se agradece!
y poder soñar y amanecer bajo ese cielo...no hay palabras...!
por esto y muchisisisisimo más...exprime cada segundo nica xq no sólo estas de viaje "by the face"-q tb! sino xq a la vuelta tu futuro los necesita para crecer y seguir soñando kon un mundo donde se coopera, donde se comparte y donde se construyen realidades sostenibles...sin humo, sin espejismos, sin utopías...a través de compromisos, hechos y proyectos que den lugar a ese otro justo-mundo-justo donde las banderas sean lo de menos y las sonrisas lo de más!!!
cruzando el atlántico...la lista de pedidos va en kamino...!!!
koge fuerzas para esos dias en Ometepe xq las vas a necesitar!!!
dulces sueños de libertad!
abrazos apretaitos!!!
lo lo lo lo lo...
Hola hermanita!! Que fotos más chulas, aunque las del volcán impresionan bastante. Y tu erupción de ideas, jejej, esa da miedo tia...A seguir disfrutando que ya son los últimos días que te quedan. Muchos besos. Te queremos
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